Si queremos conseguir ahorro energético en el hogar y hay niños en casa, hay que tener en cuenta que los padres somos el principal modelo de nuestros hijos, con lo que las conductas y hábitos que nosotros llevemos a cabo serán las que ellos repetirán y tenderán a imitar porque entienden que son las adecuadas.
Por tanto, utilizar el refuerzo verbal y el ejemplo para inculcarles a los hijos el respeto por el medio ambiente es básico para educar a los niños en valores.
Aquí hay algunas prácticas para enseñar a nuestros hijos desde pequeños como ahorrar energía:
- Luces fuera: encended solo las luces que hagan falta y apagadlas siempre que no estéis en esa habitación.
- No malgastéis el agua: enséñales a lavarse los dientes con el grifo cerrado y a que utilicen el agua fría para lavarse las manos aún en invierno.
- No utilices el coche para un trayecto corto: puedes hacerlo dando un paseo en familia o incluso en bicicleta o transporte público, que es una práctica ecológica y ayuda a ahorrar energía.
- Ducha en vez de baño: a los niños normalmente los bañamos, sin embargo, en cuanto puedan sostenerse en pie se puede sustituir el baño por una ducha.
- Enséñales a reciclar: para que conozcan los diferentes tipos de reciclaje y dónde deben echar la basura.
- Desconectar aparatos: cuando terminen de ver su programa favorito en la televisión o se termine de cargar la Tablet, es conveniente enseñarles a apagarlos por completo y no dejarlos los aparatos en standby, ya que siguen consumiendo energía.
A medida que los niños vayan creciendo, es importante que empiecen a reflexionar para que interioricen mejor la necesidad de no malgastar recursos mediante actividades prácticas y visuales, como por ejemplo meter céntimos de euro en un bote de cristal cuando apagan la luz o no derrochan agua y el dinero resultante puede ser para un premio final, se trata de una forma consciente para que sepan lo que supone ahorro.