Cómo sacarle partido a la venta de tu vivienda mediante las reformas

Antes de plantearte la idea de reformar para vender, deberías tener en cuenta las casas de la zona, conocer la diferencia de precios entre las casas que se venden sin reformar y las que se venden reformadas, ya que, aunque no existen unas tablas específicas ni se sabe exactamente cuánto se revaloriza una vivienda con una reforma, esto puede darte una idea de lo que podrías ganar invirtiendo en una reforma.

Para conocer lo que demandan los clientes y saber cuánto podrías sacar con tu vivienda reformada, puedes acudir a un agente inmobiliario, ya que ellos conocen el mercado de primera mano y saben lo que buscan los compradores potenciales.

En general, los compradores prefieren una casa para entrar a vivir, y si les ofreces una vivienda reformada podrán visualizarse perfectamente dentro de ella y además comprobarán de primera mano si esa casa reúne las condiciones y requisitos necesarios según sus necesidades.

Asimismo, una vivienda reformada puede añadir alrededor de un 15% más al valor original de venta más el coste de la reforma.

Hay una serie de factores fundamentales que busca todo el que quiere cambiar de casa, y es la luz natural, una cocina y cuarto de baños reformados, eficiencia energética (no solo de electrodomésticos sino puertas y ventanas que tengan un óptimo aislamiento) y gran capacidad de almacenaje. Recuerda legalizar la reforma para poder obtenerle todo el beneficio. 

Más allá de nuestro gusto personal, una vez que te planteas una reforma, tienes que pensar en el futuro comprador, lo mejor será despersonalizar la casa y dejarla lo más neutra posible con colores claros y una decoración mínima, que no minimalista, pero que no consuma mucho espacio y por el contrario de sensación de amplitud.

Teniendo esto en cuenta, si te estás planteando hacer una reforma, deberías encaminarla a cumplir con estos requisitos para que la inversión sea rentable al 100%, de manera que puedas vender tu vivienda rápido y al mejor precio.