Al contratar una hipoteca se pacta con el banco el número de años determinados en el que se devolverá el dinero prestado, y esto es lo que se conoce como plazo de amortización.
Cuando decides amortizar anticipadamente parte de tu hipoteca siempre sales ganando y ahorrando dinero, ya que te libras de pagar parte de los intereses que te cobra el banco. No obstante, la cantidad final que puedes ahorrar depende de varios factores.
Las comisiones por amortización anticipada pueden ser:
- Comisión por desistimiento: Limitada por ley y que no puede superar el 0,5% los 5 primeros años de vida del préstamo o el 0,25% si se produce después y que vale tanto para hipotecas variables como fijas.
- Comisión por riesgo de tipo de interés: que solo se cobraría en las hipotecas fijas, en caso de que la entidad pierda dinero como consecuencia de la amortización anticipada.
Si finalmente te decides a hacer una amortización de tu hipoteca, la deuda pendiente con el banco se reduce y la entidad bancaria te dará dos opciones: reducir la cuota que pagas o recortar el plazo que te queda para devolver la deuda.
- Si te decides por reducir el importe de la cuota, los pagos mensuales se afrontarán una manera más desahogada y posteriormente se reducirán los intereses totales a pagar a lo largo del préstamo.
- Si te decides por reducir el plazo, se reduce el número de cuotas a pagar del crédito y se asegura una mayor rentabilidad y menos intereses que si se redujese la cuota, el único inconveniente es que la cuota mensual no se reduce y se sigue pagando la misma cantidad que había estipulada.
No obstante, antes de realizar una amortización de hipoteca debes tener en cuenta estos factores:
- Analizar tu situación económica.
- Tener en cuenta la deducción por vivienda habitual.
- Pensar si es mejor amortizar parte de la hipoteca o invertir en tus ahorros.